11/07 Por los viejos días de Sol
Dejé que el Sol toque mis piernas antes de acariciar las tuyas. Hay veces que sólo es cuestión de abrir las persianas y cerrar los ojos porque, al cerrarlos, te veo a lo lejos, con los ojitos cerrados y te muerdes los labios y quedan rojos; luego, escondes tu cara entre las sábanas porque te mueres de vergüenza y sólo escucho tu risa.
Cuando imaginarte no tiene intensiones y los otros ojos no son más que anecdóticos. Cuando te das cuenta que en la duda está lo bello, hace del instante un misterio y del misterio todo un universo.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home