Manhã De Carnaval (canção)

Manhã, tão bonita manhã
Na vida, uma nova canção
Cantando só teus olhos
Teu riso, tuas mãos
Pois há de haver um dia
Em que virás

Das cordas do meu violão
Que só teu amor procurou
Vem uma voz
Falar dos beijos perdidos
Nos lábios teus

Canta o meu coração
Alegria voltou
Tão feliz a manhã
Deste amor

16/07

Un mal momento, perder importancia, brillo, espectativas y palabras. Quizás las voces mueren en el aire, los sueños mueren de mañana, las letras se pierden en el camino. O todo viene en estas hojas. Los correos no funcionanan. Prefiero escribir en las paredes, morderme las uñas para que mis dedos sangren y, sólo de esta manera, trazar el dolor de cada palabra. Las dudas no se borran en el espejo y solo se rompen si se saturan de tristeza. Los rostros se desfigurandel cansancio sin sentido y el tiempo se consume en ceniceros. En otras palabras: los órganos cambian de posición ubicándose en las zonas periféricas del cuerpo. El corazón se recuesta sobre el resto de los órganos provocando taquicardias. Los pulmones se agitan. El estómago se comprime. Sueño, desgano y mareos. Escalofríos. El vacío de una ausencia o incertidumbre, ese dolor en el pecho, el temblor de mis manos y el frío en los huesos.

13/07 Un día se parece a otro...

... las agujas del reloj corren y parece ser que lo hacen en un único sentido. El sol posa en mi cara, pasa entre mis piernas y luego desaparece. Cierro los ojos y los abro en el instante, los abro a cada hora y sigo inmóvil. Los osos duermen. Se repiten los capítulos y los días, pero no los sueños. La historia no cambia pero en ella se observan detalles que nunca jamás vimos, y cobra otro sentido o pierde el sentido o no tiene sentido. Cambian los animos, cambia el clima, las decisiones pero no las dudas.

Mañana espero despertar en otro lado mientras hoy me pregunto: ¿estoy allí? Y de nuevo... un placer para los que se lo perdieron, para los coleccionistas de secuencias y momentos absurdos, los distraídos, los no videntes y mi querida teleaudiencia.

Los despido, espíritus que duermen conmigo y me deboran mos ácaros. Estoy aqui para decirles que igual me hace frío y que el placer es mio. Salud!

11/07 Por los viejos días de Sol

Dejé que el Sol toque mis piernas antes de acariciar las tuyas. Hay veces que sólo es cuestión de abrir las persianas y cerrar los ojos porque, al cerrarlos, te veo a lo lejos, con los ojitos cerrados y te muerdes los labios y quedan rojos; luego, escondes tu cara entre las sábanas porque te mueres de vergüenza y sólo escucho tu risa.

Cuando imaginarte no tiene intensiones y los otros ojos no son más que anecdóticos. Cuando te das cuenta que en la duda está lo bello, hace del instante un misterio y del misterio todo un universo.

10/07

Si sólo se tratasen de palabras, sueños dulces, buenos momentos, pasos, maullidos, dibujos, figuras, besos, sabores, olores, perfumes; una bella melodía, la frase indicada, un cálculo exacto; un día perfecto; un único amor... no habría más nada que decir.

Pocas palabras para el primer y único día. Serán más, habrán más y serán distintos.

Dedos torpes.

Dibujos al costado de una bañera, trazos delicados en el azulejo y la mirada que se pierde en las burbujas. Jabón entre las uñas y más huellas en el azulejo. Se sumerge pensativo, se esconde de hermanos pensamientos. El goteo lo adormece y los días que explotan a lo burbujas.
Las manos torpes arruinan el arte, la sensibilidad se hace tacto y las palabras, agua. Un poco de jabón en los ojos nos despertaría, lágrimas y ardor es lo inevitable. Las reflexiones quedaron al margen, el dolor anticipa las miradas poniendo el punto y aparte a un maravilloso sueño mañanero de burbujas.
Manos torpes son si se hacen daño. Dedos torpes si no saben de otras manos, si rompen las burbujas, si ignoran la belleza.

Cómo los dedos calman su sed

No es nada, solo una brisa, el aliento por debajo de tu espalda, frío, seco.
Aún me lloran los ojos cuando recuerdo los veinte días detrás de una primavera; aún hay lágrimas en los destellos inmortales de una memoria inexplorada e inevitable; y se secan los ojos si miro los tuyos, se petrifican y caen las hojas de nuevo.
Sigo creyendo que, aun cadáveres, las flores se ven hermosas. Las guarda en su bolsillo al acariciarlas y las acaricia regresándolas a la vida. Se pegan en sus dedos, se pintan y se impregnan de aquel vivo aroma ennegrecido, despidiéndose en un último aliento, dulce aroma, como sonriéndole a la Muerte a la distancia.
Yacen en sus bolsillos.
Las manos nunca se cansan de caricias se alimentan.
Mis dedos que acarician los tuyos se esconden, juegan y tiemblan por si solas. La sensibilidad de esos dedos, como los labios; labios que sólo mueren deshidratados de palabras, agua y besos.
La sed que jamás desaparece. La quietud anuncia los últimos recuerdos. De esta forma la sed únicamente se calma con más sed, y la esperanza de que algún día puedan estar llenos.

Se entrecruzan, se entrelazan mis dedos y los tuyos, se acarician y se sueltan. Recorre tu brazo: suavidad, recorren elipses idas y vueltas, uso las uñas, miro tus ojos, velocidades constantes y miradas fijas, recuerdo de besos detrás de esos ojos, sueño escondido detrás de los mios, dolores y una noche de luna llena. Te suelto.
Sube a los hombros, bajan, suben de nuevo. No es el frío.
Acariciar mejillas, jugar con tus manos frias y sentirlas porque sólo las frías manos son las que se sienten, frotar los labios tibios de lo que fueron besos y pudieron no serlo.
A tus cabellos, perfumes y más notas escritas en las paredes, en los bancos verdes de una plaza pentagramada de líneas rojas. Me enredo a tus cabellos y a tus perfumes hasta siempre, hasta nunca.
Veo ahora mis dedos desarmados y con sed.